Accesibilidad y software libre, una necesidad.
El software libre nació con el propósito de que un usuario fuese realmente el dueño del software que se ejecuta en su ordenador. Desde su aparición podemos decir sin temor a equivocarnos que es una de las grandes contribuciones de unos pocos a la humanidad.
El software libre contribuye a que cualquiera pueda acceder a cientos de miles de programas y hacer uso de los mismos sin ningún tipo de restricción ni limitación. Gracias a él personas como yo pudimos comprender y estudiar muchos aspectos de la informática que hasta ese momento nos eran opacos. Su crecimiento permitió a la humanidad apostar por la cooperación y el desarrollo colaborativo al margen de las grandes corporaciones y demostrar que era posible otra forma de hacer las cosas. Una forma más justa, donde la competencia entre proyectos se basa en la calidad del producto y la evolución de los mismos viene de la mano de las comunidades de usuarios y desarrolladores trabajando codo con codo. El objetivo es claro: permitir que cualquier usuario pueda usar cualquier tipo de software sin necesidad de aceptar licencias draconiana que muchas veces, aunque hay excepciones, nos obliga a aceptar el software privativo. Sin embargo hay un tipo concreto de usuario que no solo necesita aplicaciones libres para poder usar sus sistemas, necesita además que dicho software sea accesible y ofrezca soluciones a problemas físicos a la hora de manejar un ordenador.
En los sistemas linux encontramos diversas herramientas de accesibilidad que en mayor o menor medida facilitan el uso de un ordenador pero... ¿están a la altura de los requerimientos actuales? ¿pueden competir de tú a tú con el software privativo equivalente?.
Un breve resumen
Cuando hablamos de accesibilidad en un sistema nos solemos referir básicamente a dos tipos de aplicaciones: Por un lado las que están pensadas para personas con problemas de movilidad y por otro lado las que están enfocadas a resolver problemas relacionados con los sentidos (oído y visión principalmente).
En muchas ocasiones el principal problema al que se enfrenta un desarrollador en lo que respecta a la accesibilidad es la falta de conocimiento sobre este campo. Hay decenas, cientos, de necesidades diferentes y cada usuario requiere unas configuraciones adaptadas a su situación. Si, es fácil pensar que una lupa resuelve los problemas a los miopes o que la posibilidad de controlar el puntero con el teclado resuelve los problemas de una persona con artrosis pero... ¿realmente es así? ¿Alguna vez habéis intentado usar un ordenador con alguna de esas aplicaciones?
Una solución compleja
Como ya hemos comentado la accesibilidad es un campo inmenso con numerosos muros que saltar y que a su vez afecta únicamente a un pequeño (relativamente) número de usuarios. Algunas empresas han encontrado ahí un nicho de usuarios que no tienen más remedio que pagar licencias sumamente caras y usar sistemas propietarios (Windows) alejandolos de esta manera del software libre y sus ventajas. y aún peor: alejando al software libre de ese concepto globalizador de servicio a toda (y remarco el toda) la humanidad.
Seguramente cualquier usuario de software libre con un mínimo de experiencia ha oído hablar de Orca, el lector de pantalla, o incluso puede que de otras tecnologías como Brltty o la interfaz de accesibilidad at-spi. Incluso es probable que pensemos que es un campo que está más o menos cubierto ya que a fin de cuentas esto es software libre y alla donde hay una necesidad hay una comunidad dispuesta a solucionarla. Sin embargo la realidad es que se está muy lejos de tener un conjunto de herramientas potentes que realmente permitan a cualquier usuario usar un sistema gnu/Linux sea cual sea su necesidad. Casos de éxito hay pero todos tienen algo en común: Usuarios avanzados que con mucha inventiva y aún más ganas consiguen tener un sistema usable. No es lo común, normalmente un usuario se enfrenta él solo a un sistema que teniendo una base tecnológica suficiente carece de las herramientas necesarias.
Aquí ya no hablamos del uso de hardware específico, como podrían ser terminales Braille, donde una vez tras otra vamos a chocar contra hardware muy caro y que ofrece un nulo soporte por parte del fabricante sino de asuntos mucho más mundanos como poder navegar por la web, escribir un documento de texto o sencillamente poder instalar un sistema operativo en su ordenador. El panorama, lo diré sin paliativos, es desolador quitando de algunas excepciones. Olvidemonos de instalar el sistema, pensemos que eso lo hace "el informático de confianza", olvidemonos incluso de poder elegir tal o cual escritorio y ciñámonos a los pocos que dan un buen soporte para el lector de pantalla (Gnome, Mate y Xfce). No pensemos tampoco en poder usar cualquier aplicación y vayamos solo al conjunto de las que tienen en cuenta la accesibilidad. Ni siquiera tendremos en cuenta la total carencia de documentación actualizada y detallada. Y, con todo esto que obviamos y es básico en el día a día de cualquier usuario al final vemos la realidad: No hay opciones reales para que un usuario común - alguien sin conocimientos técnicos y más interesado en poder usar un ordenador que en poder usar software libre - pueda ser autónomo en el uso de un ordenador.
Sin embargo no hay que perder la esperanza ni pensar que se ha dejado a nadie de lado, toda la tecnología libre disponible es suficiente para poder construir un sistema que cumpla con las necesidades de cada usuario. Hace falta trabajo, sin duda, pero sobre todo hace falta lo que mejor sabemos hacer en el mundo del Software Libre: colaborar y construir entre todos. La base existe; piezas fundamentales como una interfaz a bajo nivel (At-SPI) están creadas y funcionan; por supuesto la posibilidad de tematizar un escritorio, aplicar diversos efectos a la pantalla (filtros de color, zooms, ayudas para localizar el ratón...) evidentemente están ahí; usuarios, programadores, diseñadores... también. Están los cimientos, están los materiales con los que construir y está la fuerza de trabajo. No es una meta sencilla pero es factible y existen casos de éxito. De hecho incluso han existido distros, a día de hoy inactivas, enfocadas en la accesibilidad (Sonar y Vinux entre otras) y personalizaciones de las más conocidas enfocadas a este segmento de la población como Talking Arch. Debian, Fedora o Arch históricamente han permitido incluso la instalación del sistema usando las tecnologias disponibles pero ese soporte no deja de ser un añadido. No basta con activar el lector de pantalla y poner un par de campanas audibles, hace falta un trabajo serio y bien diseñado enfocado específicamente en la accesibilidad y eso por desgracia cuesta recursos, mucho esfuerzo y ser conscientes de que todo eso no va a pasar de ser un gran trabajo que va a permanecer siempre relegado a segundo plano. No se puede esperar notoriedad de ningún tipo, solo la propia satisfacción de saber que aportamos algo para que un reducido grupo de personas puedan acceder al mundo y la comunidad libre.
Enlaces de interés
https://sourceforge.net/projects/vinuxproject/
https://sourceforge.net/projects/sonargnulinux/
https://github.com/alex19EP/talking-arch
https://www.freedesktop.org/wiki/Accessibility/AT-SPI2/
https://wiki.gnome.org/Accessibility/ATK/BestPractices